Los padres deben estar al pendiente de las dificultades con el nivel aprendizaje que sus hijos con síndrome de Marfan puedan llegar a tener. Este tema debe ser tratado directamente con los maestros. El mismo cuidado se debe dar a la falta de atención que a la hiperactividad. Si se presenta cualquiera de estas dificultades, la metodología es casi casi la que con un niño que no tiene síndrome de Marfan.