Este movimiento anormal se llama prolapso o insuficiencia de la válvula mitral, y ocurre en, por lo menos, un 75% de las personas afectadas por el síndrome. Sin embargo, el prolapso de la válvula mitral está presente en el 5% de la población en general, y no es por sí solo suficiente para el diagnóstico del síndrome de Marfan. En la mayoría de las personas con prolapso, la válvula mitral hace un “clic” o chasquido cuando se desplazan sus valvas hacia atrás. Este sonido se puede escuchar a través de un estetoscopio. Algunas veces, el prolapso sólo puede ser detectado a través de un ecocardiograma, un procedimiento sin dolor, en el que las ondas de sonido de alta frecuencia (ultrasonido) rebotan en el corazón y producen una imagen sonora de cómo se mueven las válvulas. En la mayoría de estos pacientes, la válvula mitral no tiene reflujo. Sin embargo, en casi un tercio de los casos, la sangre regresa hacia atrás a través de la válvula y crea un sonido particular en el corazón (soplo), también fácilmente detectable por el médico.