El sistema nervioso central, que comprende el cerebro y la médula espinal, está totalmente recubierto por un líquido contenido en una membrana que actúa como mecanismo de defensa (duramadre). Esta membrana está compuesta principalmente de tejido conectivo, es sumamente resistente y firme; se encuentra adosada íntimamente a la cubierta ósea. En el síndrome de Marfan esta membrana se va estirando con el tiempo, sobre todo en la parte inferior de la médula.